Carlos González se deslinda de SINTTIA y causa mayor molestia en trabajadores de Draxton
Ante el desconocimiento oficial por parte del sindicato, empleados exigen rendición de cuentas por promesas incumplidas y cuotas sin devolver
La situación en Draxton Irapuato ha tomado un giro aún más tenso luego de que Carlos González, impulsor del sindicato SINTTIA dentro de la planta, diera una respuesta que dejó más dudas que certezas entre los trabajadores. En medio de la creciente molestia por la falta de beneficios y promesas incumplidas, ahora los empleados señalan sentirse completamente desamparados y engañados.
Todo esto surge a raíz del pronunciamiento oficial por parte de SINTTIA, en el que se deslindan de cualquier vínculo o representación por parte de Carlos González dentro de Draxton. Lejos de aclarar la situación, González respondió que su intención nunca fue asumir un cargo ni prometer nada, sino únicamente presentar al sindicato. “Yo solo traje a SINTTIA para que lo conocieran, no para que me hicieran secretario general”, habría dicho a un trabajador que prefirió mantener el anonimato.
Estas declaraciones han sido mal recibidas por quienes lo respaldaron. Los empleados señalan que durante semanas se generaron expectativas sobre beneficios y promesas que nunca llegaron. Lo que sí se concretó, indican, fue el cobro de cuotas sindicales que ahora nadie se responsabiliza por devolver. “Nos mintieron. Primero fue Carlos, luego SINTTIA dice que ni lo conoce. Y nosotros, ¿dónde quedamos?”, expresó un trabajador afectado.
La falta de explicaciones claras y el silencio por parte de ambas partes —Carlos González y SINTTIA— ha desatado una creciente ola de inconformidad. “Ya se están echando la bolita. Nadie se responsabiliza por lo que pasó y nosotros somos los que perdimos. Ni beneficios y además, nuestro dinero se esfumó”, reclamó otro empleado, quien aseguró que ya inició el proceso de desafiliación.
Ante este panorama, un número creciente de trabajadores está optando por acercarse nuevamente al sindicato que actualmente mantiene la titularidad legal del contrato colectivo de trabajo en Draxton, buscando recuperar estabilidad y representación legítima. El sentimiento general es de decepción y exigencia: los empleados piden que se dé la cara y que se devuelvan los recursos.