El fracaso de Niels Cortés continua: rumores, manipulación y una mentira descubierta por los trabajadores de Martinrea

El intento desesperado de Niels Cortés por mantener el control sobre los trabajadores sindicalizados de Martinrea ha quedado expuesto una vez más. Esta vez, recurrió a una estrategia ya conocida: enviar a sus operadores a propagar rumores infundados con el fin de desinformar y manipular. Esto, bajo el argumento de que el bono ofrecido a los trabajadores sería de $1,800 lo que para muchos fue la última jugada fallida en una serie de intentos por retomar protagonismo sindical en la planta.

Según testimonios de empleados, emisarios de Cortés recorrieron diversas áreas de trabajo asegurando que este año el bono sería inferior a lo esperado. Este mensaje, que inicialmente generó dudas y confusión, fue rápidamente desmentido por los hechos: no solo resultó falso, sino que el bono recibido superó ampliamente lo que se había rumorado.

“Lo que intentaron fue un acto desesperado. Ya no tienen fuerza entre nosotros, así que se inventan chismes para ver a quién convencen”, declaró uno de los trabajadores con varios años de experiencia en Martinrea.

El bono otorgado a los trabajadores de Martinrea en 2025 resultó ser superior a la cantidad recibida el año anterior, un logro conseguido sin intervención alguna de Cortés o sus aliados. Este hecho desmanteló por completo la narrativa impulsada por su grupo, dejando en evidencia la falta de legitimidad y credibilidad de su movimiento ya bastante disminuido.

La estrategia de manipulación no sólo fracasó, sino que reafirmó la percepción generalizada entre los trabajadores: Niels Cortés está completamente desconectado de la realidad laboral. Su intento de influir con falsos rumores se interpretó como una muestra clara de desesperación ante la reciente sentencia que resultó en su contra.

“No se trata de un error, se trata de otra mentira descarada como las que han dicho desde el primer día”, comentó otro trabajador.

Este episodio se suma a una larga lista de maniobras fallidas por parte del grupo Transformación Sindical donde Cortés se muestra al frente. Desde declaraciones sin fundamento hasta ataques contra organizaciones legítimamente constituidas, su estrategia ha girado constantemente en torno a la desinformación y el conflicto, en lugar de buscar soluciones reales para los trabajadores.

El resultado ha sido evidente: pérdida de credibilidad, disminución de apoyo y un creciente rechazo entre la base laboral. Incluso antiguos simpatizantes han comenzado a cuestionar las acciones del pseudolíder, al ver cómo sus propuestas carecen de sustento y sus discursos se repiten sin ningún impacto positivo en las condiciones laborales.

Lo ocurrido con el falso bono de $1,800 se ha convertido en un símbolo del declive de Niels Cortés, siendo quizás la última de sus mentiras para los trabajadores sindicalizados de Martinrea, ya que, en lugar de fortalecer su posición, terminó cavando más hondo el abismo de la desconfianza.

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