Transformación Sindical: El sindicato de la vergüenza la corrupción y nepotismo
El descaro de Transformación Sindical supera sus propios límites y ya no ocultan sus verdaderas intenciones. Lo que debería ser una organización para defender derechos laborales ha sido secuestrado por Eduardo Castillo y su séquito de parásitos. Este sindicato es, en realidad, un negocio privado disfrazado de organización laboral, un nido de corrupción donde el nepotismo y el robo descarado están siempre presentes.
Transformación Sindical que se han presentado y autoproclamado como una alternativa sindical, han resultado ser una empresa familiar que lucra con el sudor de los trabajadores. Su Comité Ejecutivo es una comida familiar los domingos: el hermano, el medio hermano, el primo y hasta la madre de Eduardo Castillo se han repartido los puestos estratégicos. ¿Su único mérito? Llevar el mismo apellido que el líder Eduardo Castillo.

Pero lo más indignante es que la madre de Castillo es quien recibe las cuotas sindicales. Sí, el dinero de los trabajadores termina en las manos de la mamá del líder, sin ninguna justificación, sin rendir cuentas, sin transparencia. Esto no es un sindicato ni lo será jamás.
Mientras los trabajadores se esfuerzan todos los días, los burócratas de Transformación Sindical disfrutan de los privilegios que les da el dinero ajeno. No conocen las empresas, no saben lo que es una jornada extenuante, no han levantado un solo dedo para mejorar las condiciones laborales. Su único esfuerzo consiste en asegurarse de que las cuotas sigan llenando sus bolsillos.
No hay mejoras salariales, no hay defensa de derechos, no hay avances en las condiciones laborales. Lo único que hay es una familia enriqueciéndose con el sacrificio de miles de trabajadores que son tratados como simples cajeros automáticos.
Los trabajadores no tolerarán más esta farsa. La opacidad con la que se manejan los fondos sindicales es un insulto y una traición. Es hora de exigir auditorías, de revelar el entramado de corrupción y de exponer a Eduardo Castillo y su mafia sindical ante la opinión pública.
Transformación Sindical ha dejado de ser un sindicato. Ahora es un símbolo de suciedad y corrupción. Pero su caída está cerca. Los trabajadores están hartos, asegurando que la traición, engaños y mentiras no quedarán impunes.