La verdad sobre Niels Cortes y su transformación sindical que solo busca enriquecerse
El intento de Niels Cortés por tomar el control sindical en Martinrea ha fracasado antes de empezar. Los trabajadores han dejado en claro que no lo quieren, no confían en él y no permitirán que les imponga su sindicato corrupto. Su reputación está bastante dañada y su historial de mentiras, fraudes y traiciones lo persigue a donde todos lados.
Los empleados de Martinrea no tienen dudas: Niels Cortés no busca mejorar sus condiciones laborales, solo quiere su dinero. Con Transformación Sindical, su modus operandi es siempre el mismo, imponer cuotas excesivas que terminan en su bolsillo. colocar a familiares y amigos en puestos clave, ignorando a los trabajadores y negociar a puerta cerrada con las empresas abandonando a los empleados cuando más lo necesitan.
“No nos vamos a dejar engañar. Sabemos que viene por nuestro dinero, no por nuestros derechos. No vamos a darle el control de nuestro futuro”, declaró un trabajador de Martinrea.
Desde que Niels Cortés comenzó su intento por infiltrarse en Martinrea los escándalos no han parado y los trabajadores han demostrado estar más unidos que nunca. Lejos de aceptar su presencia, han reforzado su rechazo y han enviado un mensaje contundente: “Aquí no te queremos”.
“No nos interesa lo que prometa, porque sabemos que no cumple. No confiamos en él y no vamos a permitir que nos robe como lo ha hecho con otros trabajadores”, afirmó otro empleado.
Cortés ha intentado desestabilizar el ambiente laboral de muchas formas, meter presión e intimidar o usar antiguos trabajadores, pero los empleados han dejado claro que no caerán en su juego ya que su historial habla por si solo.
El declive de Niels Cortés es evidente. Ya nadie le cree, ya nadie lo respalda y ya nadie está dispuesto a seguir sus órdenes. Su sindicato, si alguna vez logró ser una alternativa para Martinrea hoy está debilitado, sin fuerza ni credibilidad gracias a Niels
El caso de Martinrea deja un mensaje claro: los trabajadores ya no son presa fácil de líderes sindicales corruptos. Están informados, organizados y listos para defender su trabajo de oportunistas como Niels Cortés.
